miércoles, 27 de noviembre de 2013

Historia de vida: SANDRA CONSTANZA SOTO

Una analfabeta, que al parecer, no es analfabeta

Mi nombre es Sandra Constanza Soto, tengo 45, soy nacida el 7 de septiembre del 68, mi vida ha sido unas buenas otras malas, unas crueles y otras felices cosas de la vida, lo que le toque a uno. Nací en Puerto Rico, Caquetá. No estudié, no me dieron estudio, soy analfabeta pero tampoco soy analfabeta porque solamente uso un solo maestro que fue Dios, fue el que me enseñó a leer, a sumar, aprendí a leer con la biblia dándole gracias a él.
Mi vida ha sido tenaz, en edad desde muy pequeña me ha tocado trabajar, de la edad de los 8 años, tengo tres hermanas y un hermano menor, la mayor soy yo. Decidí venirme por asuntos, desde los doce años me vendían mi virginidad, quede con un rencor encima, no digo quién me vendió mi virginidad, me reservo el nombre de esa persona, la persona que hizo uso mío, fue un vejestorio, le cogí rabia a los hombres.
Casi a los 18 años 22 años conseguí esposo, la verdad me volé de la casa a los 15 años así trabajando por mí misma, por problemas de la familia de él nos separamos, ahora es una cosa que a él le pesa en el alma, haberme dejado. Duré tres años viviendo sola, a los tres años me encontré un esposo y con él duré 11 años tres meses, con él tuve cinco niños, cuatro me quedaron y quede embarazada cuando a él lo mataron, me toco desprenderme de los niños por asuntos de que a los niños les dio pena moral y uno se me iba a matar con un cuchillo y los padrinos de la niña pues me llamaron y me dijeron que habían encontrado al niño por allá en un rincón, me dio vaina entonces preferí llamar a mi mamá y a mi papá para que se hicieran cargo de ellos y los mande para Caquetá, ya ahora pues hace poco recupere mis hijos otra vez y conseguí otro esposo, viví una vida cruel, muy cruel; demasiadas golpizas, insultos. Él solo trabajaba y nunca tenía un peso, a mí era a la que le tocaba pagar arriendo, servicios. En ese caso, hace cuatro años me mataron a mi hijo de 16 años, él no me respeto mi dolor para nada y vivía como amenazada por mano de él, mi Dios sabe cómo hace sus cosas, mi padre celestial es muy grande para mí y todo lo que le he pedido a él me lo ha dado y se lo ha cobrado a él lentamente pero se lo ha cobrado, él me trato a mí de ladrona, gracias a Dios que nunca he sido ladrona, me dijo que los celulares que yo tenía eran robados, nunca me los he robado y a los 8 días lo robaron a él. Entonces pues así con la misma vara que mide será medido, porque uno nunca hay que decir que nadie es nada.


Por lo menos soy una persona que todo el mundo me saluda, todos me dicen “que hubo paisa” no me dicen la mona sino paisa, la otra cosa es que aquí nadie puede decir que me conoce, la presencia pues sí me toca trabajar así porque no ha habido cómo, o tuve un negocio en otro lado pero no se pudo entonces me toco devolverme otra vez acá por asuntos que pues sí me iba mejor porque en ninguna parte me quisieron dar trabajo, porque fui hasta ayudante de panadería. Soy también una mujer que fabrica forros para carro, corto, esterillo y trazo, armo e instalo, cosa que tampoco, entonces no he podido tener un hombre que verdaderamente le de la mano a uno, pues este negocio lo monté yo con 20.000 pesos y desgraciadamente mi ex esposo por allá fue y dijo delante de los niños, que no son hijos de él, dijo que el negocio que él tenía lo manejaba la mujer, y uno de los peladitos le dijo “no ese negocio no es de usted papá ese es de mi mamá, mi mamá fue la que trabajo y sufrió por ese negocio y está sufriendo por eso”, y sí pues ahí siempre sola, no tengo apoyo ni de gobierno, yo no tengo apoyo de nada, vivo con los dos niños, el niño tiene 10 cumple 11 años y el otro tiene 9 años, está haciendo tercero, van bien en matemáticas, la disciplina siempre, son unos niños que se saben todas las tablas desde el derecho y el revés, se saben los números árabes, los números romanos, el que tiene nueve desde los seis años se sabe todos esos números, tablas y todo, sumar, multiplicar y todo, la disciplina.

Vivo aquí por la del rincón al pie de la plaza, ya voy para 8 años viviendo aquí en el rincón, pues me ha ido bien gracias a Dios, me hablo con mi madre, con mi papá, mis hermanas; estuvimos peleados un tiempo porque no me gusta lo que ellos hacen, tiran todo para el lado de ellos y yo no, desde muy pequeña fui alejada de mi familia por una razón, porque mis padrinos le dijeron a mi mamá que me dejara con ellos para darme el estudio y ella no quiso, si me dejaba tenía que darle a mis hermanas y le dijo mi padrino “pero es que mi ahijada es ella no los otros niños”. Me toca duro, me ha tocado duro, duro, duro, pero bueno, aquí ahorita estoy apretada con el arriendo pero voy para adelante.

No estoy enamorada de nadie, tenía pretendiente pero no, a metros, tiene mujer y no me gusta eso, me fascina mucho pero tiene mujer y no, no quiero que el daño que me hicieron a mí no quiero hacérselo a otra persona, y más de uno, pretendientes han caído. Termine con mi último ex esposo porque él siempre llegaba donde mí, me dejaba endeudada en arriendo, se iba y me dejaba, cogía las cosas y antes de irse me pegaba, me trataba como se le daba la gana y se iba, me dejaba endeudada en arriendo, en servicios y todo, era a mí a la que le tocaba pagar, tenía la policía encima por culpa de él mismo, el dueño de la casa me echaba la policía que porque yo le debía arriendo y como yo le dije al policía es que yo no le debo el arriendo el que le debe es él, me dejaba endeudada, él se comunicaba con el dueño de la casa, le preguntaba que sí yo le había pagado el arriendo y supuestamente le dijo que sí, volvió a la casa a hablar conmigo, entonces me dijo que ah que le diera otra oportunidad, que él no lo volvía a hacer, que no sé qué, que lo perdonara, yo volví y lo recibí como una pendeja, enamorado uno hace cualquier pendejada. Después ya me cansé de todas las diabluras que él hacía con las viejas, con la una, con la otra, hasta le alejé más de una vieja por teléfono y dije no eso no, de último le dije no esto no va así o cambia, se arregla o se va le dije, entonces empezó a hacer lo mismo, a pegarme y eso no es bueno para mí, yo me cansé él, me decía que estaba aconsejado por las amigas, por los amigos, que lo echara de la casa, que me separara, que le peleara, le dije no, solamente Dios me ha dado a entender que es lo que tengo que hacer y el día que yo le diga a usted le voy a dar la última oportunidad, es la última, el día que yo le diga a usted que no más, es no más y no más y se me va de la casa, y es que se va porque yo no puedo vivir más así.
Él quería vivir bien, sagradamente el que comía en la casa era él, porque nosotros no comíamos, a veces nosotros la comida que hacíamos en la casa para todos cuatro, él se la comía toda, hasta la comida de los niños, entonces yo prefería coger por ahí cualquier peso que tenía ahorrado, me iba para la calle con ellos a hacer el surtido y comíamos por ahí algo en la calle con los dos niños, ya la última vez que él empezó con el amor de mí, este ya fue en vano, porque ya él nunca pasaba un diciembre, el día de las velitas conmigo, nunca pasaba en la casa un 24, tampoco el 31, él se iba para donde la familia, nos dejaba a nosotros en la casa.
Se quedó en la casa el día de las velitas esta temporada que paso, se quedó conmigo con las
velitas en la casa, con los niños y todo, ya el 24 también paso con nosotros, ya lo invitaron por allá entonces él ya me llevo a mí, me llevo los chinos, para el 31 lo invitaron por allá para el lado de la Vega, por allá nos fuimos a pasar el 31, y desde el 6 de enero la paso también en la casa, ya cuando yo empecé a notar, dije esto aquí está tratando de ganarse otra vez el amor de mí, y no, yo ya no, entonces cuando me dijo a mitad de enero “mija nos vamos para Valledupar”, le dije bueno listo y yo tenía una plata para eso, me dije me llevo una plata aparte que no se dé cuenta, porque yo sé que yo llego allá y me agarro a pelear y eso es para darme con todos ellos, para que me maten o yo matar un degenerado de esos, entonces mejor me puse a pensar, analizar y dije no yo ya no voy por allá porque él dijo para que fuéramos nosotros los dos y se quedaban los niños con mi hija mayor, la que tiene ahorita 17 años y no eso no, entonces me dijo “deje la niña aquí con los niños y les dejamos mercado y nos vamos”, le dije bueno listo, faltando tres días me dijo “aliste maleta que nos vamos dentro de tres días” y le dije “no yo ya no viajo con usted yo me quedo yo ya no viajo por allá, en cualquier momento le da el arrebato a la china y se va para donde el novio”, y si así fue lo que yo dije, el 28 él se fue para Valledupar, el 2 de febrero se fue ella a vivir con él.
Cuando llegó, empezó a montármela, a tratarme mal otra vez, hice una comida esa noche, una sopa de mazorca con mondongo y empezó a decir que esa comida para marranos que no sé qué, que no sé cuántas, le dije “¿ay sabe qué?, usted está enseñado a comer pescadito, carne de pulpa y pollo, porque ni la menudencia le gusta, entonces, enseñado a comer mierda y viene a recatear un pedo le dije, bien pobre que si es y bien regatista le dije, no eso no es así, hasta aquí llego todo le dije, no más, saqué mis cosas de la pieza donde vivíamos nosotros los dos para donde vivía mi hija y me encerré enseguida, le metí seguro a mi puerta, le dije no más y no más. A los 15 días entro a la pieza, estaba la puerta sin seguro y entro a hablar conmigo, me dijo “mija”, le dije “¿qué pasó?”, entonces me fue a abrazar y le dije “no me abrace, no quiero nada con usted”, me dice “¿verdad?”, entonces yo le dije “no quiero nada más con usted”, me dijo “¿está usted hablando en serio?”, le dije “si estoy hablando en serio, porque en esta vida que yo tengo con usted, no voy a ninguna parte”. En 7 años que duré con ese señor viviendo nunca tuvimos nada en la casa, ni siquiera un juego de ollas, ni siquiera un juego de vajilla, ni siquiera un juego de tendidos, ni un juego de sábanas, ni siquiera el comedor, ni siquiera una nevera, ni un televisor, ni mucho menos el computador; y en menos de nueve meses, enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, nueve meses que ya llevo separada de él, lo conseguí yo sola.

Hablo con él, pero así buenos días, buenas tardes, viene y me dice que si es que tengo mozo. Por lo menos ayer, en la mañana me llamo y me dijo que si era que tenía mozo, me dice “¿con quién está?”, le digo “aquí en el negocio”, entonces me dice “¿por qué, está con el mozo?” le dije “sí, tengo el mozo, el contra-mozo y el re-mozo”, dijo “¿y cómo la tienen?”, le dije “me tienen en bola”. Él me habla y me da malgenio, no sé yo con esa pendejada no, me dijo “ahorita voy para allá para probar con quién está”, le dije “no mijo hay si olvídese, si yo no fui feliz con usted, usted no será feliz con nadie y de mí no se va a olvidar con nadie, porque no respondo, lo que es mucha mala vida la que usted me dio”.
Él no respetaba, me pegaba hasta un viernes santo, para un cumpleaños mío, el cumpleaños que era más sagrado, nunca se acordaba de decir “tenga mija, como está cumpliendo años hoy, tenga al menos esta menta, esta chocolatina”, no nunca, ese señor nunca fue detallista conmigo, en cambio yo si era detallista con él, le dije “ya no más, con esto no voy a ningún lado” y sí, que nada por ahí llama para que le preste plata, le dije “no plata no ahí, ay que tengo hambre, aguántese, usted cuando estaba conmigo tenía todo, usted no supo valorar esta mujer, ahorita aguántese todo porque yo no quiero nada con usted” le dije, tomó el número de mi hermana del celular mío y le mando unas guachadas, casi hace separar a mi hermana del esposo y ellos son cristianos, entonces me toco hablar con el chino, le dije “no lo que pasa es que yo me enteré de esto, esto y esto, sagradamente ese señor está loco, si usted está peleando con mi hermana por eso no le pare bolas, claramente dígale a ella que cambie el número de celular”, y sí, nos tocó cambiar el número de celular por ese motivo, porque él es una persona que no puede ver una mujer, ya dice “soy machoman” y de machoman no tiene nada, porque yo misma le dije “para un polvo de gallo tiempo sobra, para eso me cojo sola”, así se lo dije. Pero no, yo no quiero nada más con ese tipo, mi negocio es el que me da a mí para el arriendo, para la comida, para lo que yo necesite, si quiero ir a tomarme mis tragos, mis cervezas voy y me las tomo, llego a la casa y a nadie tengo porque rendirle cuentas, solamente a mi padre.
Los niños estudian en el Gerardo Paredes, queda al pie de la plaza del Rincón, tienen que prepararse al menos ellos, si yo no me preparé que se preparen ellos y será la única herencia que les dejo porque no hay más que dar. El novio de mi hija es un policía, pero es como tres
cosas iguales, tener hijos o no tener hijos, es como no tener nada, porque yo si digo “que saca uno con tener hijos, si los hijos no le colaboran a uno tampoco para nada”, yo con ella me hablo pero muy poco.
Por lo menos hace 20 días, me toco viajar porque mi papá estaba muriendo, llamó a toda la familia, a todos los hijos, la última que faltaba por llegar allá a la casa era yo, y se despidió de mi tío, se despidió de los sobrinos, del bisnieto, nietos, hijos, él último que pidió fue al cura, el cura le echó los santos óleos, después se recostó un rato, se quedó dormido y a las dos horas se despertó pidiendo comida, lo vimos fue ya bien, dando gracias a Dios. Mi Dios es muy grande y muy poderoso.

POR: LAURA RESTREPO

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